Una alimentación sana permite por un lado que nuestro organismo funcione con normalidad, que cubra nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otro, reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo.
Las 10 reglas de oro de una dieta saludable
Realizar como mínimo 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
No picar entre horas.
Comer lentamente y masticar bien.
Incluir la máxima variación de alimentos en la dieta
Beber como mínimo 6-7 vasos de agua al día.
Incluir alimentos integrales ricos en fibra.
Limitar el consumo de azúcares y grasas animales.
Moderar el consumo de bebidas estimulantes: café, té y bebidas alcohólicas.
Preparar dietas apetecibles y atractivas.
Respetar las normas de higiene para evitar contaminaciones.
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